La manicura japonesa es perfecta para esta temporada en la que muchas personas aprovechan para descansar. Cuando se piensa en uñas, la duración de los esmaltes de una de las grandes preocupaciones y actualmente existen muchas tendencias, pero siempre es bueno regresar a los clásicos, como esta técnica ancestral del país asiático, todavía desconocida mayoritariamente en occidente.

¿Qué es la manicura japonesa?

Esta práctica es reparadora y es muy recomendada, especialmente cuando las uñas están agrietadas o simplemente cuando se desea una apariencia linda y saludable, sin tener que recurrir a un pintauñas que pueden afectar con la salud de las uñas y debilitarlas más. Mantener el efecto del esmalte es difícil por diversos factores externos, el sol, el frío, el agua del mar, lavar los platos, la arena, el cloro de piscina y los jacuzzis afectan la duración, así lo explica la especialista Alejandra López.

El proceso se comienza con un limado de uñas, luego se retiran las cutículas, se hace un masaje con aceite de hidratante y se pulen con una gamuza que suaviza y limpia, para poder realzar un brillo natural sin tener que pintar con esmalte. En algunos centros de belleza, en el proceso también incluyen gingseng, alga marina o polvo de perla para que el tratamiento sea más completo.

Teniendo en cuenta que en la manicura japonesa no se pintan de algún color, esta opción resulta bastante conveniente, pero los expertos recomiendan dejar pasar unas 24 horas entre un esmalte viejo y el nuevo esmaltado.

“Este tiempo es necesario para que las uñas respiren y su superficie se prepare para conseguir una manicura más duradera, una vez apliquemos el color”, afirma Begoña Gómez, que está segura de que este tipo de esmalte se ajusta a cualquier temporada.